Los comerciantes dejan basura y piedras en las gradas del santuario.
Piedras, pisos manchados, desechos de velas y alimentos tirados, son algunos de los daños que ciertos comerciantes causan en el Santuario Franciscano.
A decir de Pedro Muñoz, quien habita en la vía Oriente, dijo por más que limpien el espacio, la presencia de los vendedores generará daño, aunque sostuvo que el mayor inconveniente ocurre con una de ellas, que se coloca en la puerta principal con botellas de plástico y a la vez pide caridad sin dejar ingresar a los devotos.
Muñoz dijo que algunos vendedores dejan la basura en las gradas y las fundas, plásticos y residuos en las veredas o sino por no dejar sus puestos de ventas abandonado, realizan sus necesidades fisiológicas entre los vehículos ahí estacionados, por lo cual los visitantes se quejan por los malos olores. (PV)
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