En los próximos cuatro años, unos 12.000 maestros, que tienen entre 60 y 69 años, recibirán cada uno un promedio de $ 40.000 en bonos del Estado, tras un decreto del 2 de septiembre en el que se establece que la jubilación voluntaria se pagará 100% con bonos.
Aunque la medida ha recibido crítica de jubilados por no recibir su bonificación en efectivo, ante la realidad de tener los bonos en sus manos, algunos se preguntan ¿cuál es la mejor opción tras haberlos recibido?
A decir de Mónica Villagómez, presidenta ejecutiva de la Bolsa de Valores de Quito, los jubilados voluntarios tienen básicamente dos opciones al momento: quedarse con los bonos, recibir mensualmente los intereses y, luego de entre cinco y nueve años cobrar el efectivo.
Según los cálculos de la Bolsa, un jubilado que reciba bono de $ 40.000 percibirá entre $ 169 y $ 207 de intereses mensuales, dependiendo de la tasa y del plazo. Ese monto se sumaría a sus ingresos por jubilación del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y un monto por cesantía.
La otra alternativa es vender los bonos, aunque con un castigo, para conseguir dinero líquido de manera inmediata.
Los bonos son negociables en el mercado secundario, pero no pueden ir a una cuenta corriente, encaje bancario, o a la reserva de liquidez. Tampoco se pueden vender a instituciones públicas.
Si los jubilados decidieran vender sus bonos podrían dirigir el dinero a un proyecto productivo (montar un negocio, comprar bienes raíces o incluso adquirir otros papeles).
Para Villagómez, lo menos recomendable es hacer líquido el dinero que ahora forma parte de su patrimonio, y gastarlo en bienes de consumo que se vayan devaluando. Para el presidente Rafael Correa, el mejor negocio es recibir el bono de $ 40.000, obtener intereses anuales de $ 2.000 y en 5 o 10 años hacerlo efectivo.
Desde la última semana de julio unos 6.000 maestros, futuros jubilados voluntarios (con bonos) participan en capacitaciones, en varias ciudades, por parte de la Asociación de Casas de Valores del Ecuador (Asocaval), comentó su presidente César Morales.
Si un jubilado opta por negociar el bono debe asesorarse en una Casa de Valores. En caso de una emergencia de salud o de otro tipo puede vender solo un segmento del bono, pues es desmaterializado y, por tanto, fraccionable, señaló Villagómez.
Vendedores
El ministro de Finanzas, Fausto Herrera, comentó que el castigo por vender los bonos podría ser de 12% a 30% o sea de 4.800 a 12.000 dólares.
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