Las gradas de la escalinata localizada entre las calles Luis Cordero y Azuay, frente a la terminal terrestre interparroquial de Azogues, se están cayendo a pedazos, constituyéndose un peligro para los transeúntes.
Al ingreso por la calle Luis Cordero, faltan cuatro bolardos que por dos ocasiones habrían sido destruidos y no se los volvió a colocar.
A más de ello, llegan personas en estado etílico para utilizan este espacio como refugio para beber, incluso para realizar sus necesidades biológicas, por lo que desde el lugar se emana un olor nauseabundo que molesta a los moradores.
Wilson Romero, propietario de un local ubicado en la zona, manifestó que el graderío se rompe porque es muy frágil. Señaló que por varias ocasiones se ha acercado al municipio para pedir que se dé solución al problema pero nunca ha sido atendido.
En relación al deterioro de la obra, señaló que este problema se observa desde hace más de un año, puesto que no hay un mantenimiento adecuado. (JM)
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