En el cementerio municipal de Biblián se levantaron dos nuevos bloques con 190 bóvedas para cubrir las necesidades mortuorias del cantón.
La obra se construye con recursos municipales. Ahora se está procediendo a enlucir filos y posteriormente se pintará; la estructura es de hormigón armado y las mamposterías de ladrillo.
Basilio Orellana, jefe de la unidad de planificación del municipio, señala que hasta noviembre se terminará con todos los detalles de la obra. El presupuesto asignado para la construcción de este bloque fue de 39.000 dólares, recurso obtenido de forma autosustentable.
Analizando la mortalidad anual en el cantón se requiere alrededor 140 bóvedas al año, y estos nuevos bloques, que se construyeron en un espacio amplio, servirán para satisfacer esas necesidades.
El mantenimiento se da en cuestión de fallos. Las antiguas bóvedas de la época generaban un solo pago, pero ahora se cancela por uso de bóveda cada año o cada cinco años. Las bóvedas que son perpetuas y están en deterioro son extraídas a petición de los familiares para exhumar los restos.
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