Félix Herrera, director de la fundación, indicó que la institución lleva más de 20 años trabajando en el país y no se dedica a pedir dinero ni ropa, tampoco vende fundas de basura, llaveros, ni estampitas religiosas en los buses y mucho menos en las casas.
Informó que lo que fabrican son productos de limpieza que van con el logotipo y etiqueta de Remar, así como también elaboran roscones en su panadería, mismos que los expenden para su sostenimiento.
Cada voluntario se identifica con una camiseta color tomate con el logotipo de la fundación, además posee un carnet que tiene el nombre de la institución, su nombre y foto, al igual que la firma del director y en la parte posterior un RUC.
Para alertar a los ciudadanos que no sigan siendo estafados por sujetos inescrupulosos que no son de Remar, los voluntarios entregaron volantes informativos en los locales y viviendas aledañas, el pasado martes.
Herrera expresó que si bien tienen un convenio con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) que los apoya, también ponen su contraparte por lo que viven a través de la autogestión para cubrir con ello los arriendos, servicios básicos y de profesionales.
La fundación está ubicada en el sector de San Pedro del cantón Azogues, donde anteriormente era la hostería La Vieja Posada. Ahí albergan a niños, niñas, adolescentes y gente que se encuentran al margen de la sociedad como alcohólicos, drogadictos, personas abandonadas y que vivían en las calles. (JM)
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