Con las palabras “Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás”, el vicario parroquial de Azogues, Víctor Naranjo, colocó la ceniza en forma de cruz en la frente de los creyentes.
La imposición de la ceniza abre la Cuaresma, que son 40 días de preparación para la Semana Santa, la muerte y resurrección de Jesús, que comienza el Miércoles de Ceniza y termina el Domingo de Ramos.
Jorge Escobar, párroco de la Catedral de Azogues, dio a conocer que desde el año 382 después de Cristo, como un signo de arrepentimiento la gente se bañaban con ceniza para indicar que estaban en pecado, y en el siglo XI la Iglesia toma este acto como parte de la liturgia.
La ceniza nos recuerda que algún día vamos a quedar también en ceniza, que a pesar de que tenemos esa oportunidad de vida, de gracia de Dios, pero llega el momento que tenemos que partir hacia la eternidad y vamos a convertirnos en ceniza, es decir, nos presenta la muerte al pecado y la resurrección a la gracia con Dios, señaló.
Invitó a que se unan a la Iglesia, participen de la eucaristía, que se acerquen a la confesión, que en la familia no falte el rezo del santo rosario y sobre todo que busquen esa fuerza, paz y serenidad en sus hogares. “…acercarnos a la oración, al ayuno, a la penitencia y sobre todo acercarnos a Jesús”. (JM)
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