El último miércoles llegaron al cantón Biblián los técnicos de la Secretaría Nacional del Agua (SENAGUA), con el objeto de verificar si el líquido vital, que llega a las parroquiales y sus comunidades, se encuentra autorizado por la entidad.
En el año 2010, el alcalde de Biblián, Bolívar Montero, emitió una carta al Presidente Rafael Correa, en la cual daba a conocer la preocupación por la contaminación de las fuentes hídricas, el avance de la frontera agrícola en los pajonales de la parroquia Jerusalén, así como el uso del agua por parte de comunidades que colindan a la laguna de Tuzhin Burgay.
Dicho pedido fue acogido por la autoridad, y luego de la visita de los técnicos al sitio las primeras recomendaciones fueron: reforestar la zona, revisar si las fuentes están legalizadas.
Han pasado tres años y esta vez los técnicos llegaron para comprobar, junto a los representantes de las parroquias Honorato Vázquez, Jerusalén, del Ministerio del Ambiente, Gobierno Provincial y Municipios de Biblián y Cañar, si se ha cumplido con las sugerencias realizadas con anterioridad.
Mauricio Arévalo, coordinador de la Zonal Cuenca, explicó que no se trata de “quitar fuentes hídricas o terrenos. Lo que se pretende es dar a conocer que el agua es un patrimonio nacional de todos, cuyo fin es el consumo humano y riego”.
Este es un trabajo interinstitucional y para el 27 de marzo los técnicos SENAGUA mantendrán la segunda reunión, en el cual ya se podrá adoptar medidas de acuerdo a los resultados de la observación realizada este 19 de marzo. (AF)
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