Representantes de las comunidades de Mangán, La Ponderosa, Ayapamaba,
Galuay, Cachi, Cebadaloma y Flor del Bosque, pertenecientes al cantón
Biblián, acudieron el pasado martes
hasta la Defensoría del Pueblo para pedir ayuda, porque dicen sentirse
afectados por una ordenanza que regula el uso y ocupación de suelos en
áreas o zonas de conservación. Germán Rivera, uno de los perjudicados, indicó que en la ordenanza hay algunos artículos que no les permiten trabajar la tierra para cultivar o para potreros. “De 200 metros en delante de cultivo tenemos nosotros que sacar un permiso y una inspección del municipio”.
Sostuvo que hace tiempo atrás, conversaron con el alcalde Bolívar Montero sobre esta norma y él habría ofrecido no dar paso, pero ahora resulta que ya está en vigencia. Como pobladores, agregó que están respetando las áreas de conservación, es por eso que han efectuado los planes de manejo, mediante el Ministerio del Ambiente.
Cerca de 3.000 familias tendrían este problema, porque también se prohibiría la venta de las propiedades o el fraccionamiento a tipo de herencia, por lo que meses atrás ya presentaron el caso ante la Defensoría.
“La Municipalidad de Biblián admite que existen dos ordenanzas que en definitiva van a limitar la libertad de disponer a su arbitrio las propiedades.
Las ordenanzas limitan definitivamente la venta de terrenos a los 3.600 metros sobre el nivel del mar y en ciertos aspectos interfiere con la venta de los 3.600 metros por debajo”, sostuvo Milton Ordóñez, funcionario de esta entidad, que conoce el caso. (JM)
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