Fernando León junto al nacimiento más grande. |
Todos tenemos momentos difíciles en la vida, de tristeza, de pena y
a quién recurrimos a través de las oraciones es a Dios, por eso este sitio
lleno de pesebres que representan el
nacimiento de Jesús, es un lugar de paz, un refugio y tranquilidad para el
alma.
Fernando León Reinoso, ingeniero comercial y docente, hace más de 30
años que se dedica a coleccionar nacimientos, por el sentimiento, la fe y la
creencia en un Dios que se hizo hombre para salvarnos, dijo.
Son 180 nacimientos, cada uno de ellos con su historia y
significado, que se pueden observar en un cuarto dedicado exclusivamente para
ubicarlos. Hay niños elaborados en paja, madera, huesos, porcelana, huevos,
tocte, cera, vidrio, chocolate, semillas de eucalipto, cobre, barro, plata,
tagua, yeso, hishpingo, que forman mi gran legado y que he conseguido con mis
recursos o gracias al apoyo de algunos amigos que me han traído de sus viajes a
otros países como Colombia, Perú, Argentina, Tierra Santa y de todas las
provincias del país porque conocen de mi afición, indica Fernando León.
Recuerda que desde niño sus padres festejaban la época de la navidad
con la elaboración de un nacimiento y el tradicional árbol, es por eso que este
mismo espíritu navideño lo acogió en su corazón, junto a su esposa Diana Segovia
y su pequeña hija, no solo en diciembre sino todo el año.
A los 17 años, cuando conseguí trabajo, de mi primer sueldo decidí comprar
el primer nacimiento, desde allí hasta la fecha cada año adquiero nuevos
nacimientos. Hoy que ya vivo en mi casa propia se destinó un cuarto en el que
cada nacimiento está colocado sombre estantes de madera hechos a la medida,
este año he incrementado 30 nacimientos, dice con orgullo cristiano.
La limpieza se hace pieza por pieza, una tarea difícil en la que
colabora toda la familia, es por eso que
tenemos que enumerar para que todos queden como estaban, para no equivocarnos.
Como ya es conocido por todos mis familiares y amigos, lo he
convertido en un oratorio y es visitado por mucha gente durante todo el año,
pero sobre todo en esta época, para admirar la colección de nacimientos, orar y
muchos para pedir por alguna necesidad.
Al inicio mi esposa pensaba que estaba loco por esta afición, pero
luego comprendió que lo que realizó es por un sentimiento de fe, desde entonces
me colabora para el cuidado de todas las piezas, el oratorio y la casa se
adorna con arreglos navideños luces y más accesorios a partir del 2 de octubre.
Además se encuentran algunas imágenes de niños de gran antigüedad
que sobrepasan los cien años, por lo que siempre realizamos una misa cada
primer sábado del año.
El nacimiento principal está construido sobre un roble, diseñado con
tejas, ladrillo sobrantes de la construcción de la casa, ocupa un gran espacio
en el cuarto y está compuesto por figuras grandes.
Y como a toda persona que le gusta la navidad, no puede faltar la
música navideña, los villancicos que al escucharlos les vuelven un poco niños,
por lo que también coleccionó 160 Cds,
que escucha todos los días estos meses para alegrar la casa.
Estas son representaciones materiales que las seguiré incrementando
y será un legado para mi hija, pero lo más importante es que todos tenemos un pequeño pesebre en el corazón que debemos
abrirlo para que nuestro semejantes, no solo en navidad sino durante todo el
año, dijo con devoción Fernando León.
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