martes, 18 de diciembre de 2012

180 nacimientos navideños adquiridos en 35 años



Fernando León junto al nacimiento más grande.

Todos tenemos momentos difíciles en la vida, de tristeza, de pena y a quién recurrimos a través de las oraciones es a Dios, por eso este sitio lleno de pesebres que representan  el nacimiento de Jesús, es un lugar de paz, un refugio y tranquilidad para el alma.
Fernando León Reinoso, ingeniero comercial y docente, hace más de 30 años que se dedica a coleccionar nacimientos, por el sentimiento, la fe y la creencia en un Dios que se hizo hombre para salvarnos, dijo.
Son 180 nacimientos, cada uno de ellos con su historia y significado, que se pueden observar en un cuarto dedicado exclusivamente para ubicarlos. Hay niños elaborados en paja, madera, huesos, porcelana, huevos, tocte, cera, vidrio, chocolate, semillas de eucalipto, cobre, barro, plata, tagua, yeso, hishpingo, que forman mi gran legado y que he conseguido con mis recursos o gracias al apoyo de algunos amigos que me han traído de sus viajes a otros países como Colombia, Perú, Argentina, Tierra Santa y de todas las provincias del país porque conocen de mi afición, indica Fernando León.
Recuerda que desde niño sus padres festejaban la época de la navidad con la elaboración de un nacimiento y el tradicional árbol, es por eso que este mismo espíritu navideño lo acogió en su corazón, junto a su esposa Diana Segovia y su pequeña hija, no solo en diciembre sino todo el año.
A los 17 años, cuando conseguí trabajo, de mi primer sueldo decidí comprar el primer nacimiento, desde allí hasta la fecha cada año adquiero nuevos nacimientos. Hoy que ya vivo en mi casa propia se destinó un cuarto en el que cada nacimiento está colocado sombre estantes de madera hechos a la medida, este año he incrementado 30 nacimientos, dice con orgullo cristiano. 
La limpieza se hace pieza por pieza, una tarea difícil en la que colabora toda la familia,  es por eso que tenemos que enumerar para que todos queden como estaban, para no equivocarnos.
Como ya es conocido por todos mis familiares y amigos, lo he convertido en un oratorio y es visitado por mucha gente durante todo el año, pero sobre todo en esta época, para admirar la colección de nacimientos, orar y muchos para pedir por alguna necesidad.
Al inicio mi esposa pensaba que estaba loco por esta afición, pero luego comprendió que lo que realizó es por un sentimiento de fe, desde entonces me colabora para el cuidado de todas las piezas, el oratorio y la casa se adorna con arreglos navideños luces y más accesorios a partir del 2 de octubre.
Además se encuentran algunas imágenes de niños de gran antigüedad que sobrepasan los cien años, por lo que siempre realizamos una misa cada primer sábado del año.
El nacimiento principal está construido sobre un roble, diseñado con tejas, ladrillo sobrantes de la construcción de la casa, ocupa un gran espacio en el cuarto y está compuesto por figuras grandes.
Y como a toda persona que le gusta la navidad, no puede faltar la música navideña, los villancicos que al escucharlos les vuelven un poco niños, por lo que también coleccionó  160 Cds, que escucha todos los días estos meses para alegrar la casa.
Estas son representaciones materiales que las seguiré incrementando y será un legado para mi hija, pero lo más importante es  que todos tenemos  un pequeño pesebre en el corazón que debemos abrirlo para que nuestro semejantes, no solo en navidad sino durante todo el año, dijo con devoción Fernando León.

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