Roban $ 10.000 a pareja de esposos de una vivienda en parroquia Guapán
El dinero que guardaban en el cajón del velador era lo que habían enviado las hijas desde los Estados Unidos.
La pareja de esposos llamó a la policía para comunicar este hecho. Por
disposición del ECU 911, los agentes de la Unidad de Policía
Comunitaria (UPC) de esa parroquia se trasladaron al lugar para
constatar e investigar este hecho, el pasado sábado.
En el sitio se entrevistaron con el ciudadano Jesús E. de 66 años de edad y su esposa María G. de 66 años, quienes contaron que a las 7h30 habían salido de su domicilio a vender un chancho.
Al regresar a las 14h30, procedieron a ingresar a la vivienda, específicamente a su dormitorio, a guardar el dinero de la venta del mencionado animal, logrando percatarse que el cajón se encontraba abierto, dándose cuenta que el dinero ya no se encontraba.
Según habrían indicado, la última vez que observaron el dinero fue el jueves por la tarde, por lo que no saben con exactitud el día ni la hora en que se habían sustraído el mismo.
Con esos antecedentes se solicitó la colaboración a los miembros de la Policía Judicial y de la Unidad de Criminalística, que llegaron al lugar para proceder a buscar huellas digitales.
En la vivienda no existían huellas de forcejeo de las puertas ni ventanas, además los perjudicados y familiares contaron a los gendarmes que los únicos inconvenientes que tenían desde hace un tiempo atrás, es con una nuera, misma que vive a unos 10 metros de su vivienda. (JM)
En el sitio se entrevistaron con el ciudadano Jesús E. de 66 años de edad y su esposa María G. de 66 años, quienes contaron que a las 7h30 habían salido de su domicilio a vender un chancho.
Al regresar a las 14h30, procedieron a ingresar a la vivienda, específicamente a su dormitorio, a guardar el dinero de la venta del mencionado animal, logrando percatarse que el cajón se encontraba abierto, dándose cuenta que el dinero ya no se encontraba.
Según habrían indicado, la última vez que observaron el dinero fue el jueves por la tarde, por lo que no saben con exactitud el día ni la hora en que se habían sustraído el mismo.
Con esos antecedentes se solicitó la colaboración a los miembros de la Policía Judicial y de la Unidad de Criminalística, que llegaron al lugar para proceder a buscar huellas digitales.
En la vivienda no existían huellas de forcejeo de las puertas ni ventanas, además los perjudicados y familiares contaron a los gendarmes que los únicos inconvenientes que tenían desde hace un tiempo atrás, es con una nuera, misma que vive a unos 10 metros de su vivienda. (JM)
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