Ebrios ingieren licor en el parque central y moletan a transeúntes
Todos los días con botella en mano se juntan grupos de ebrios a
consumir alcohol en el centro del parque, volviéndolo intransitable el
lugar.
A partir del cierre de cantinas cercanas al parque central, ahora personas en estado etílico llegan con botella en mano a consumir licor sin ningún recelo y sin que nadie les impida.
Hacen grupos y se sientan junto al monumento y otros hacen de cama las bancas de este espacio público, interrumpiendo la libre circulación de transeúntes que van a la catedral, gobernación, municipio, o que simplemente pasan por el sector.
Mercedes Calle, expresó su malestar por cuanto diariamente circulaba por el lugar a la boutique donde labora y todos los días recibía silbidos y palabras groseras de los ebrios, por lo que desde hace una semana decidió cambiar de ruta y subir por la gobernación y cruzar por CNT para llegar a su destino.
Asimismo, Diana Avendaño, costurera en un local junto al parque central, dijo, “es una situación lamentable por cuanto estas personas impiden la llegada de devotos a las diferentes misas en la catedral, ya que con frases obscenas y piropos subidos de tono molestan a las chicas y que muchas veces ella tuvo que pedirle a su esposo que lo acompañe para evitar que estas personas le falten el respeto”. (PV)
A partir del cierre de cantinas cercanas al parque central, ahora personas en estado etílico llegan con botella en mano a consumir licor sin ningún recelo y sin que nadie les impida.
Hacen grupos y se sientan junto al monumento y otros hacen de cama las bancas de este espacio público, interrumpiendo la libre circulación de transeúntes que van a la catedral, gobernación, municipio, o que simplemente pasan por el sector.
Mercedes Calle, expresó su malestar por cuanto diariamente circulaba por el lugar a la boutique donde labora y todos los días recibía silbidos y palabras groseras de los ebrios, por lo que desde hace una semana decidió cambiar de ruta y subir por la gobernación y cruzar por CNT para llegar a su destino.
Asimismo, Diana Avendaño, costurera en un local junto al parque central, dijo, “es una situación lamentable por cuanto estas personas impiden la llegada de devotos a las diferentes misas en la catedral, ya que con frases obscenas y piropos subidos de tono molestan a las chicas y que muchas veces ella tuvo que pedirle a su esposo que lo acompañe para evitar que estas personas le falten el respeto”. (PV)
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