lunes, 8 de abril de 2013

Ecuatorianas bailan por dos dólares en los clubes de New York



Una azogueña, una cuencana y una guayaquileña le contaron a EXTRA, lo que deben hacer para conseguir dinero y enviarlo a Ecuador para ayudar a sus familias.
 Esto es uno de los centros nocturnos donde laboran como bailarinas algunas ecuatorianas en Nueva York.
 Bailar en centros de diversión nocturna es una de las opciones que tienen las chicas latinas emigrantes al pisar suelo estadounidense. Algunas jóvenes ecuatorianas que no cuentan con oportunidades de trabajo y sin saber hablar el idioma inglés, bailan por dos  dólares en los bares y clubes de Nueva York, escondiendo su realidad a sus familiares.
“Sé que no podré dedicarme mucho tiempo a esto porque se necesita juventud y las desveladas nos acaban, pero no me arrepiento, pues así he podido salir adelante y ayudar a mi familia que vive en Azogues” dijo a EXTRA “Carmita” (nombre protegido), mientras contaba el dinero que había recogido durante la noche en uno de los bares más concurridos en Corona, Queens.
“No es fácil lidiar con borrachos y morbosos que, ante la falta de cariño, hay que tratarlos bien para que no solo nos paguen la bailada, también nos dejen propina”, indicó la compatriota, quien aclaró que no es prostituta.
 “No me acuesto con los tipos, solo bailo, lo hago por necesidad y porque es un trabajo rentable, me da vergüenza por mi familia, pero si no trabajo cómo pago la renta, el teléfono, mantengo a mi hijo que cuida mi mami. Acá todo es caro”.
Según “Carmita”, las bailarinas ganan hasta 1.500 dólares en un fin de semana. Ellas trabajan de jueves a domingo y les va bien, asegura.
Los conocidos “bailaderos” están en su apogeo en los barrios latinos de Nueva York, sobre todo en Queens, Bronx y Brooklyn, donde existen hasta cinco locales en un mismo bloque. En estos locales el costo de una cerveza fluctúa entre 5 y 12 dólares, las chicas cobran 2 dólares por música, un mix bailable cuesta 20 dólares y el trago que consumen las “chicas” cuesta $ 12. Las “bailarinas” vienen en su mayoría desde México, Ecuador, República Dominicana, Puerto Rico, y en menor número Colombia y Venezuela.
En estos centros de diversión hay mujeres cuyas edades van desde los 16 a 35 años. “Bárbara” es de Guayaquil, “yo soy casada, mi esposo trabaja en construcción y no sabe lo que hago -pide no publicar su fotografía- el tipo me mataría”. Tiene seis años en Nueva York, trabajó de cajera, limpió casas, hasta cuidó ancianos, “pero realmente ganaba muy poco, cualquiera puede criticar lo que hacemos, pero le digo la verdad, para vivir en Nueva York hay que tener agallas, yo prefiero hacer esto a que mi familia se muera de hambre en Ecuador”, indicó.

Ecuatorianos y mexicanos son los mejores clientes
Las jornadas de las bailarinas culminan después de las 4 de la mañana. “Aquí viene gente de toda clase a divertirse, desde pastores evangélicos hasta profesionales, pero nuestros principales clientes son los hombres ecuatorianos y mexicanos que viven solos, que tienen sus esposas en sus países, aquí se gastan la plata que se ganan durante la semana, nosotras no tenemos la culpa, no los salimos a buscar, ellos vienen acá”, manifestó Bárbara.
Las compatriotas aseguraron que “muchas veces” han sido detenidas por la policía cuando realiza redadas, “porque los vecinos se quejan de los clubes nocturnos y siempre tenemos que cuidarnos porque Nueva York lo que más tienen es gente loca”.
Las mujeres sienten que sus vidas corren riesgos a diario en este trabajo. “Le soy sincera, nosotros sobrevivimos gracias al baile, si sabemos aprovechar tendremos nuestras casas y todo para nuestra familia, espero que esto no sea para toda la vida, ya que la juventud y la belleza se termina”, expresó “Dora”, una hermosa cuencana de 18 años, quien apenas se estrena en el popular Coyote restaurant.

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