Luis Redrován, conductor de una camioneta de alquiler, fue contratado
el martes para trasladar a dos hombres y una mujer desde el terminal inter
parroquial hasta la casa de citas Tío Tom.
Al llegar al lugar, el hombre que iba en el asiento posterior, le
sujetó a Redrován, y el acompañante procedió a poner freno de mano, y a la voz
de “esto es un asalto” le obligaron a bajarse del vehículo.
Cuando mostró resistencia,
uno de los asaltantes sacó un arma de fuego con la que intentó darle un cachazo
en la cabeza; luego le obligaron a ingresar en la parte posterior de la
camioneta donde le vendaron y ataron las manos.
En el sitio del asalto se encontraba otra camioneta color blanco del
cual no se bajó ninguna persona, pero cuando emprendieron el viaje, ese
vehículo iba adelante y desde ahí se comunicaban con los asaltantes
manifestando que no existe control policial en la vía para que continúe.
Uno de los malhechores le habría manifestado que la intensión de
ellos no era robarle el carro, que únicamente lo necesitaban por un tiempo de
tres horas porque iban a dar “plomo” a tres personas.
Continuaron con el viaje con dirección a Cuenca, para posteriormente
dirigirse por la vía hacia el cantón Santa Isabel, en donde pasaron a la
víctima a otro vehículo y a eso de las 21h30 fue dejado abandonado en un lugar
desolado conocido como el sector de Guasachaca.
El automotor está valorado en 22.300 dólares. Con este suman cinco
los carros que ha sido robados de las misma cooperativa, de ellos solo dos
fueron recuperados, indicó el presidente Wilson Espinoza.
Es una camioneta doble cabina, Toyota, blanca con franjas verdes, de
placas UAF-435, perteneciente a la cooperativa de transporte Aurelio Bayas.
(JM)
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