En cada encuentro de los moradores de la comunidad del Cachi y
los habitantes de la parroquia Jerusalén existe cruce de palabras con
reclamos e insultos entre sí. Las autoridades del Concejo Cantonal de Biblián
hasta el momento no han adoptado ninguna
solución frente al conflicto territorial que atraviesan estos sectores desde
hace más de cuatro años atrás.
La última reunión con los
concejales y alcalde de Biblián se produjo el jueves 21 de febrero en la sala
de sesiones, lugar en el cual los dirigentes de la Comunidad de Cachi,
volvieron a reclamar la desatención de las autoridades a su pedido de
separación de la Parroquia Jerusalén.
Cayetano Jérez, ex presidente de
Cachi reclamó en su tiempo para que la comunidad vuelva a pertenecer a la Parroquia
Nazón, pero en el período anterior de administración del Concejo Cantonal les
manifestaron que esperen un tiempo para que el tema no sea político sin embargo
han pasado cuatro años y no hay
solución.
El conflicto ha llevado a que Cachi no reciba obras por parte de la
Junta Parroquial de Jerusalén, jurisdicción
a la que pertenecen desde hace 22 años.
Aida Landi, Presidenta de Cachi,
manifestó que sus vecinos siempre han
realizado los trámites en Nazón, y resolvieron no aceptar el dinero para las obras que les corresponde a su sector porque es una forma de reclamo para que
atiendan su pedido.
En tanto que los representantes
legales de Jerusalén han pedido que presenten una propuesta en concreto para
analizar el tema.
Freddy Palaguachi, concejal
rural, manifestó en dicha sesión que “no se puede trabajar con la presión ciudadana porque los problemas
políticos afectan a las dos partes, esto
es ilegal, para ello denunciarán al Concejo de Participación Ciudadana”.
Al final de dicho enfrentamiento
verbal entre moradores y concejales, la resolución tomada fue “que se nombre
una comisión técnica y en un plazo de 30 días presenten una propuesta de
ordenanza para poner a conocimiento del Concejo”.
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