La ola de robos no para en el cantón Azogues. Los delincuentes
continúan perjudicando a las personas, sustrayéndose objetos de valor de sus
viviendas, e incluso han comenzado a ingresar a las instituciones públicas.
La semana anterior, de la bodega de la dirección provincial de Salud
del Cañar, un sujeto no identificado procedido a sustraerse un cilindro de gas
para luego salir por la puerta principal. El hecho habría ocurrido al medio
día.
El malhechor no supo que en dicha institución existían cámaras de
seguridad, que lo captaron al momento que ingresó y luego salió con el
cilindro. Las fotografías están siendo analizadas para dar con el paradero del
delincuente.
Por otro lado, el pasado lunes, en la calle Bartolomé Serrano y Bolívar
en el centro de la ciudad, a las 17h30, una ciudadana al retornar de su jornada
diaria, se percató que los ladrones habían ingresaron a su inmueble para
sustraerse un cilindro de gas y 200 dólares, pero ninguna de las puertas estaban
forzadas.
Una vecina de la casa habría observado a un sujeto, quien suele pasear
en el parque central, que se encontraba con un cilindro de gas en la parte de
afuera del domicilio, sin embargo no se pudo dar con el paradero del individuo.
Así también, el último martes, un chofer de la cooperativa de
transportes Etcana, a las 22h45, en las calles Bolívar y Azuay, recogió a tres
adolescentes de entre 16 y 17 años que solicitaron que le trasladen hasta el
sector de Cachipamba de la parroquia Guapán.
Al encontrarse cerca del
lugar, en una parte desolada y sin alumbrado público, lo sujetos procedieron a
inmovilizar al conductor para sustraerle su celular, 131 dólares, la pantalla
de la radio del vehículo y una libreta de ahorros, para luego darse a la fuga.
De igual forma, el martes, en
el sector de San Jacinto de la parroquia Cojitambo, en un domicilio, cuyos
propietarios se encuentran en el exterior, se habría suscitado un robo. En esta
ocasión, la encargada de cuidar la vivienda observó que las puertas de ingreso
estaban abiertas por lo que dio aviso a la policía, que al llegar observó que
las seguridades habían sido forzadas.
En el lugar no se pudo conocer qué objetos fueron sustraídos, porque
sus propietarios habían dejado las puertas cerradas cuando viajaron al exterior.
(JM)
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