lunes, 1 de abril de 2013

Recojo 10 botellas de plástico para comprar un pan



Llegar a Biblián todos los días a las seis de la mañana, tocar cada funda de basura que se encuentra en las esquinas y escoger botellas de plástico, es el trabajo que realiza diariamente Diana Buestán Palaguachi.
Al trabajo no viene sola. En sus espaldas carga a su niño que tiene tres meses. Diana es oriunda de la Comunidad del Salto. Escogió esta forma de trabajo porque no tiene otra alternativa. El padre del niño, no se encuentra a su lado. Dice que trabaja en Quito, pero desconoce cuál es el verdadero destino de su pareja.
A sus 19 años desde hace seis meses, sale a las calles. Junto a su madre ha emprendido esta tarea de recoger botellas vacías de plástico. Eran las 11h30 de la mañana del pasado jueves y ya tenía tres sacos llenos de envases.  Entre gritos de hambre de su niño y la necesidad de recoger más botellas, mira el fruto de su trabajo  pero dice “no tengo como llevar a la casa, tengo que dejar encargando aquí en Biblián”.
La falta de transporte le impide cargar los bultos. Según Buestán, todos los viernes entregan estas botellas a una empresa de gaseosas. En este lugar les pagan dos centavos por recipiente. Por cada cinco botellas que vende  puede comprar  un pan. Pero ella sabe que también necesita: comida, pañales para su pequeño niño y de paso también para alimentar a su madre.
Lleva puesto una camiseta verde de Alianza País, y dice no recibir el bono solidario o alguna ayuda del gobierno.  
A la ciudadanía del cantón pide que le ayuden con la separación de las botellas de plástico en una funda diferente, ellos recogerán antes que pase el recolector. Esto le facilitaría el trabajo de recorrido diario que hace en la ciudad.

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