Cerca de 1.200 habitantes de la parroquia San Miguel de Porotos del
cantón Azogues, protagonizaron ayer una marcha en rechazo a la pretensión de
establecer una concesión minera en la zona.
La marcha partió desde el redondel del Cementerio de Zhirincay, y en
su trayecto por la calle Bolívar fue interceptada por una docena de policías
que impidieron su paso hasta el parque central, porque en ese instante se
desarrollaba un acto deportivo.
Concluido el evento, los
gendarmes abrieron el paso a los comuneros que arribaron hasta los bajos de la
Gobernación del Cañar. Con carteles en mano y frases en contra de la minería, decían
defender las vertientes desde donde se origina el agua que consumen.
El presidente del Consorcio
de Juntas de Agua de la parroquia, Nelson Calle, manifestó que quieren concienciar
a los mineros porque van a perjudicar las únicas fuentes de agua que poseen las
comunidades.
Según indicó, la Subsecretaría de Minas habría otorgado una
autorización a la concesionaria llamada “Estefanía”, la cual piensa explotar
piedra y otro tipo de material en la parroquia, lo que no van a permitir.
En virtud de ello, señaló que
acuden ante la Gobernadora Bertha Molina, para pedir que se haga un estudio y
que no entreguen los permisos por cuanto van a perjudican a todas las
comunidades que beben esta agua.
“Estamos en alerta roja; vamos
a defender si es posible con nuestra vida, porque de lo contrario nos
quedaríamos sin agua y eso es lo que no vamos a permitir bajo ningún punto de
vista”, sostuvo el dirigente. (JM)
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