
El clima permite avisorar desde la altura la ciudades de Azogues, Biblián y Cuenca. Uno de los atractivos que tiene para los turistas es la pesca deportiva. Existen lagunas donde se puede observar truchas de diversos tamaños. Un espacio ideal para conocer a Biblián y sus comunidades.
Para llegar desde el centro del cantón puede utilizar la vía que conduce a la parroquia Nazón, pasa por la comunidad de Cachi, donde se ve el río Burgay, el Queseras. Conforme asciende es posible admirar las aguas cristalinas de las vertientes.
Luis Mario Vintimilla, propietario de esta hacienda, manifestó que es un lugar privilegiado, porque la vista nocturna es fantástica, tanto al Cojitambo, Santurio de la Virgen del Rocío. Las vivendas a las distancia se observa en miniatura. En el lugar se produce la trucha arco iris. Anteriormente esta propiedad perteneció a Miguel Vintimilla Jaramillo. Ahora son los nietos que buscan conservar este sector. (AF)
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