Los alcoholímetros que se encuentran instalados en la terminal
terrestre interprovincial de Azogues están siendo usados por los conductores de
las unidades de transporte, ya que un elemento policial es el responsable de
exigir como requisito obligatorio la prueba de alcoholemia.
El uniformado se encuentra en una caseta a la salida de la terminal
en donde solicita a los choferes la licencia de manejo, matrícula vehicular
actualizada y sobre todo el certificado de alcoholemia para que puedan salir
del lugar.
Además, lleva un registro con los nombres de las operadoras de
transporte y los conductores que salen de la terminal y han pasado la prueba.
En caso de que el propietario del vehículo no dispone de la prueba
de alcoholemia, tiene que ingresar nuevamente a solicitar una certificación
para poder continuar con su trayecto.
Cada conductor tiene obligatoriamente que hacerse la prueba de
alcoholemia para determinar su condición antes de salir de viaje, así lo señaló
Fernando Calles, Comandante de Policía del Cañar. (JM)
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